El siguiente se trata del caso de un paciente 42 años, con antecedente de ser etilista crónico, quien ingresó al Servicio de Emergencias por haber sufrido trauma craneoencefálico por caída de su propia altura y con alteración del estado de la conciencia. Se le documentó en la tomografía un hematoma subdural agudo izquierdo con importante efecto de masa, asociado con múltiples áreas de contusión hemorrágica. Se le realizó craniectomía descompresiva y drenaje del hematoma, pero el paciente no se ha recuperado desde el punto de vista neurológico. Antes de ingresar a la Sala de Operaciones se le tuvo que intubar porque estaba con deterioro grave de la conciencia (Glasgow de 6). Luego de múltiples intentos con la laringoscopía convencional no se le logró intubar, razón por la cual se le colocó una máscara laríngea Fastrach y a través de ella se le pudo introducir un tubo anillado de silicón #7,5. En el postoperatorio se trasladó al Servicio de Recuperación, donde se le continuó con la ventilación mecánica; sin embargo progresivamente inicia desaturación e incremento de la presión de las vías aéreas, llegando a cifras de presión pico de 35 cmH2O. Al examinar la boca, ésta presentaba evidencia de traumatismo, con múltiples piezas dentarias luxadas y además el tubo anillado estaba aplastado a la profundidad de las arcadas dentarias. Como estos tubos están diseñados contra acodaduras, pero no mordeduras (una vez colapsado no se reexpande), se le tuvo que cambiar el tubo anillado por otro convencional (que sí se reexpande aún en caso de una mordedura). En otras palabras, un tubo anillado resiste mejor contra el colapso, pero no tanto como para resistir una mordedura y como el anillo de acero inoxidable tiene "memoria", entonces permanecerá colapsado aún cuando el paciente dejó de morderlo.
Se decidió cambiar el tubo por medio de un intercambiador, permitiendo colocar un tubo convencional #8,0 sin necesidad de realizarle una nueva laringoscopía. El procedimiento se realizó sin complicaciones y en forma rápida (se tardó alrededor de 1 minuto en completar el procedimiento). Posteriormente se normalizaron las presiones en las vías aéreas así como la saturación.
Atentamente:
Dr. Kwok Ho Sánchez Suen
Posgrado de Anestesiología
sábado, 5 de septiembre de 2009
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