El siguiente se trata del caso de un paciente masculino de 72 años, quien ingresó al Servicio de Emergencias por cuadro de dolor abdominal, presentando durante el período de observación un grave deterioro hemodinámico, como producto de un aneurisma de la aorta abdominal roto. Fue llevado inmediatamente a la Sala de Operaciones para realizarle hemostasia y sustitución de la aorta abdominal infrarrenal. A pesar de que ingresó al quirófano con shock circulatorio profundo, se le logró estabilizar poco a poco, a tal punto que se logró normalizar la presión arterial con dosis relativamente “bajas” de dopamina. Sin embargo a las pocas horas de permanecer en el Servicio de Recuperación, nuevamente cursa con deterioro progresivo y rápido de la condición hemodinámica, hasta llegar al paro cardíaco a pesar de estar recibiendo dosis altas de adrenérgicos (adrenalina a 70 μg/min). Se le iniciaron las maniobras de soporte vital avanzado por un total de 30 minutos; sin embargo no se le logró recuperar la circulación espontánea y se le declara fallecido.
El paciente estaba con monitorización con presión arterial invasiva y capnografía/capnometría, razón por la cual se le logró registrar la PA y la PETCO2 durante las maniobras. Para valorar el retorno de la circulación espontánea, se dejó de compresionar momentáneamente y aún cuando el paciente continúa en paro (ritmo de actividad eléctrica sin pulso), ni la presión arterial ni la PETCO2 cayeron inmediatamente a 0 mmHg.
La presión invasiva que se le logra medir se llama presión sistémica media (PSM) (es la misma presión en cualquier lado del circuito vascular y como no hay latido cardíaco, entonces las presiones sistólica, diastólica y media son iguales [por calibración del monitor se registró una presión sistémica de 23/20(21 mmHg)]. En otras palabras, la igualización de las presiones tanto en el lado arterial como en el lado venoso explica el hecho del porqué durante el retiro de los catéteres venosos a un cadáver “fresco” se observa paradójicamente mayor sangrado que en un paciente vivo (en el cadáver, la presión venosa central es igual a la presión sistémica media [21 mmHg en este caso], mientras que en el paciente vivo, la presión venosa central oscila en alrededor de 8-10 mmHg).
La capnometría tampoco cae inmediatamente a 0 mmHg porque aún cuando no hay adición de CO2 hacia los alveolos (por el paro cardíaco no hay flujo sanguíneo pulmonar), el CO2 alveolar antes del paro se va eliminando paulatinamente con cada ventilación con gases frescos, requiriendo hasta 1,5 minutos para que la PETCO2 descienda a casi 0 mmHg. Este tiempo se puede calcular con el concepto de constante de tiempo (CT):
CT = Volumen/flujo
CT = Capacidad residual funcional/Ventilación alveolar
CT = (2 litros)/(4 litros/min)
CT = 0,5 min
Como 1 CT equivale a sólo 63% de equilibrio, se requiere 3 CT para llegar al equilibrio y por ende:
3 x CT = 3 x 0,5 min = 1,5 min (o sea: se requiere 1,5 min para que la PETCO2 caiga en un 95% vs la cifra inicial).
Atentamente:
Dr. Kwok Ho Sánchez Suen
Posgrado de Anestesiología
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